Terminó la novena y la distancia de los punteros es bastante amplia, cuando faltan dos fechas para el final de la primera rueda. Esta distancia puede ser mayor, si Libertad le gana a Sol y fundamentalmente, si Cerro le gana a Guaraní que es el rival más cercano. Bueno, es un decir cercano, porque son seis unidades que lo separan de la punta. Bastante teniendo en cuenta el rendimiento, regularidad y contundencia que tienen los que ostentan el sitial de privilegio.
Libertad venció a un rival muy difícil como es Nacional en un encuentro que dejó, como de costumbre, polémicas decisiones del árbitro Amarilla, que pasa por su peor momento. Cuánto hace que este árbitro se va en picada?. Claro, en la actividad local, porque cuando arbitra para su padrino Alarcón en la Confederación, es otro muy distinto. Sobre todo en la dualidad de criterios en la aplicación de la disciplina.
Mientras que para Nacional era muy estricto, no se mostró de la misma manera en la agresión de Aquino, cuando ridículamente no lo expulsa. Esto fue muy grosero, tratándose de uno de los mejores pitos del medio. Una agresión es roja y no otra cosa, y el bien lo sabe, y es más grave por tratarse de Carlos Amarilla, por su experiencia, su personalidad, porque está considerado el mejor. Mejor?.
De Arias que vamos a decir, en el partido de Guaraní - Olimpia, todo lo que se pueda decir es poco comparado con lo que muestra en cada encuentro que le toca dirigir. En lo técnico, mal, como de costumbre, y en lo disciplinario que era lo más positivo que tenía o lo único positivo cambió, ahora tolera todo tipo de faltas, agresiones, patadas, no cobra penales, le pesa hacerlo.
Vemos horrores arbitrales. Qué está pasando?. En otra oportunidad me ocuparé de ello y de la dirección, creo que vale la pena dedicarle a los intocables y a su jefe unas líneas oportunamente.
Cerro y Libertad, en nueve fechas, demostraron que son mejores que el resto, por lo menos en estos equipos se ve más regularidad. No hay que olvidar que al ciclón, a su condición de puntero, hay que agregarle que es el único invicto del Clausura, y eso no es poca cosa.
Digamos que, cerca de concluir la primera parte, la ventaja que llevan es muy considerable, y es más, me resulta prácticamente imposible de cambiar, dejando la sensación de que esto puede ser un mano a mano hasta el final.
Es saludable para el torneo que por lo menos dos candidatos estén en condiciones de poner el Clausura al rojo vivo y no se disparare ninguno de los dos.
Ahora bien, ni Libertad ni Cerro necesitan de la mano de los árbitros para ganar. Lo hacen por virtudes del plantel, porque los técnicos hacen lo suyo, los dirigentes planifican y respaldan el trabajo que se realiza. Esto no es CASUALIDAD, ES CAUSALIDAD.
Repase estos diez años, y coincidiremos que no debe llamar la atención, que la mayoría de los títulos fueron ganados por Cerro y Libertad, moleste a quien moleste. Pero yo pienso así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario